Cuando un estudiante, profesor o investigador se propone escribir un texto
académico sabe que para lograrlo deberá pasar por diversas etapas. La escritura
académica supone un proceso, el cual, a su vez, conlleva diversas fases de escritura y
lectura. Estas actividades se encuentran estrechamente relacionadas y son
interdependientes. Al utilizarlas, se convierten en herramientas y estrategias que
permiten pensar, transformar y comunicar el conocimiento científico. En efecto, no
solo se aprende leyendo lo que han escrito otros, sino también cuando se utiliza la
escritura como un instrumento para elaborar y reflexionar sobre el propio
conocimiento. En la elaboración de un texto académico, es posible identificar tres
tipos de lectura y escritura epistémica: lectura y escritura exploratoria, lectura y
escritura de elaboración y lectura y escritura de comunicación.