El libro editado por Carola Oyarzún y Cristián Opazo, fue presentado el 27 de julio en el Centro Gabriela Mistral. En esa oportunidad, Oyarzún destacó que "la escritura de Heiremans aportó una visión trascendente de la vida, expresada en un lenguaje altamente poético y una teatralidad de gran riqueza en signos y recursos".
El libro dedicado al dramaturgo chileno Luis Alberto Heiremans (1928-1964), es el cuarto volumen de la colección Ensayos críticos, de la cual ya se han publicado ediciones de Jorge Díaz (2004), Egon Wolff (2006) y Juan Radrigán (2008).
Heiremans, quien perteneció a la generación del 50, escribió narrativa –especialmente cuentos- y teatro, siendo algunas de sus obras principales Versos de ciego (1961), El abanderado (1962) y El tony chico (1964), las que conforman una trilogía. En 1950 publicó su primer volumen de cuentos Los niños extraños y estrenó su primer texto dramático un año después: Noche de equinoccio.
El libro está conformado por siete ensayos críticos, que buscan actualizar el estudio académico sobre Heiremans. En "Recurrencia a lo misterioso en la dramaturgia inicial de Luis Alberto Heiremans", Carola Oyarzún aborda el contexto de producción de sus primeras creaciones dramáticas: Noche de equinoccio, La hora robada y La eterna trampa.
"Luis Alberto Heiremans: las seducciones del paisaje" de Cristián Opazo presenta un análisis de las geografías imaginadas por el autor en los textos que conforman su trilogía: Versos de ciego, El Abanderado y El tony chico.
"Requiebros de realidad: artistas y colectividades populares en la trilogía de Luis Alberto Heiremans" de Javiera Larraín, discute acerca de las formas representacionales de los grupos sociales descritos por el dramaturgo en las obras Versos de ciego, El Abanderado y El tony chico.
"Función del juego en Buenaventura de Luis Alberto Heiremans" de Eduardo Thomas se centra en los personajes a los que aborda como entes lúdicos que recrean una realidad ilusoria a través de ejercicios ficcionales.
En "Discurso dramático en El Abanderado de Luis Alberto Heiremans: polifonía y recurso ideológico", Paulo Olivares analiza el contenido ideológico que subyace a la articulación polifónica del texto.
"Heiremans en España: la recepción de Versos de ciego" de Cristina Bravo, aborda el impacto que produjo el montaje de la obra en Madrid en 1961 durante la dictadura franquista. La obra fue presentada por el Teatro Ensayo de la Universidad Católica.
En "Una experiencia renovadora; el diseño escenográfico de El tony chico, de Luis Alberto Heiremans", el diseñador teatral Ramón López reflexiona sobre las formas, colores y texturas sugeridas por la dramaturgia.
Por último el director Alejandro Castillo escribe "Julián, o el sendero bajo las hojas. Apuntes en torno a Moscas sobre el mármol, de Luis Alberto Heiremans", texto en el que aborda su propia experiencia en el montaje y remontaje de la obra.
Presentación a cargo de Carola Oyarzún:
En primer lugar, [quiero] destacar el privilegio de presentar este libro en el marco del congreso FIRT y aquí en una sala del GAM, centro que se ha instalado como lugar fundamental del cruce de las distintas artes y también de encuentro para la discusión y análisis de la cultura.
Como coeditora de esta colección de ensayos, quisiera referirme brevemente a los motivos que me impulsaron a este proyecto que se inició con el primer volumen dedicado a Jorge Díaz -publicado el 2004-, luego el de Egon Wolff, después con Juan Radrigán y que ahora presenta el de Luis Alberto Heiremans.
En mi quehacer académico centrado en los estudios teatrales, la utilización de bibliografías que ayuden a la comprensión y análisis de autores, movimientos, tendencias escriturales y enfoques críticos, ha sido una búsqueda constante. Es así como surgió esta colección, con el objeto de reunir material actualizado, redescubrir y reinterpretar y por tanto, revalorar la obra de nuestros dramaturgos.
¿Por qué Luis Alberto Heiremans? Por su reconocida trayectoria e ícono de la generación del 50, momento irrepetible en la historia del teatro chileno, donde un grupo de dramaturgos transformó definitivamente su curso. La escritura de Heiremans aportó una visión trascendente de la vida, expresada en un lenguaje altamente poético y una teatralidad de gran riqueza en signos y recursos, como bien se discuten en los distintos artículos que aquí se publican.
Consciente de los muchos otros análisis que se podrían haber hecho, dado la magnitud de la obra de Luis Alberto Heiremans, hemos incluido interesantes discusiones críticas sobre su dramaturgia y asimismo acercamientos a su producción en tanto textos para la representación teatral. De esta manera, los artículos ofrecen en su mayor parte, una perspectiva que confirma la doble dimensión del teatro: escritura y escena.
Si bien el lector o estudioso observará que obras como La trilogía (Versos de ciego, El abanderado y El tony chico) son analizadas y referidas una y otra vez, también encontrará una lúcida mirada de obras más experimentales e iniciales del autor.
Estamos ciertos de que esta serie de ensayos será una contribución al estudio de Luis Alberto Heiremans, autor que forma parte del canon de los cursos de teatro chileno y latinoamericano de las facultades de letras y humanidades chilenas y extranjeras (latinoamericanas y estadounidenses especialmente), y en las escuelas de teatro de nuestro país, las que alcanzan a más de una treintena en la actualidad.
La vicerrectoría de investigación de la UC, a través de la dirección de arte y cultura, ha apoyado este proyecto como una colección, por lo tanto, hay que seguir. El concepto de serie significa no solo la continuidad, también es potenciar tanto a los autores que se incluirán en los volúmenes sucesivos, como a los colaboradores que se irán integrando. Queremos aprovechar esta ocasión y anticipar que ya está en mente el quinto volumen de esta colección, dedicado a Benjamín Galemiri.
Agradecemos a Ediciones Universidad Católica y su directora, María Angélica Zegers y su subdirectora, y exalumna de la Facultad de Letras UC, Patricia Corona.
Quiero hacer mención especial a Andrea Goic, cuyo diseño nos sedujo de inmediato: los rostros sobre los que ella trabaja. Y en esta oportunidad quisiera destacar particularmente, que la fotografía inspiradora, fue tomada por mi querido suegro, René Combeau.
Quiero también referirme al compromiso y vital ayuda de Cristián Opazo, en un comienzo ayudante de este proyecto, y ahora coeditor. A Javiera Larraín, ayudante y colaboradora en este volumen y a Paulo Olivares, por su apoyo en la delicada labor de corrección.
Termino agradeciendo a todos quienes nos acompañan: mi familia, mis amigas, decano, profesoras y profesores de la facultad, mundo académico y teatral que ha seguido estos pasos que vamos dando como contribución al quehacer del arte dramático chileno. Y no quiero dejar de agradecer la presencia de Pamelita, mano derecha en las muchas tareas de este proyecto. Y la compañía de mis alumnas y alumnos.
Muchas gracias.